Como os decía antes, siempre me ha gustado mucho el calzado, y he recorrido por amor al arte millones de ferias por Italia, Alemania, España…hasta que finalmente di con un zapato muy cool pero un poco extremado. Mi pepito grillo interior me iba repitiendo «Lánzate a la piscina y crea tu marca con este modelo». Era un botín con un tejido tipo 'zapatilla de andar por casa', nada más lejos que el clásico cuadro escocés de lana.
Me pareció guay la idea de crear un botín de suela de goma, con un tejido súper blando de lana (un poco estilo 'vagabundo') y muy desenfadado. Lo cierto es que ese tejido no era muy viable para llevar por la calle: las cualidades del material no eran las más recomendables para el frío, la lluvia, o la misma 'suciedad' del aire. Así que no me di por vencida y me dediqué a hacer viajes y más viajes a Elche para ver con mi proveedor cómo adaptar ese modelo.
Finalmente dimos con la piel de serraje. A día de hoy y para el lanzamiento hemos optado por este formato de tejido, totalmente atemporal y funcional. Sin embargo, estamos probando distintas ideas: ¡Quiero sacar una versión con textil reciclado! Pero eso requiere un tiempo de pruebas y de investigación, con lo que aún estamos trabajando en ello. ¡Iré informando de todos los avances!
¿PORQUÉ EMPECÉ CON UN MODELO DE HOMBRE?
Mi entorno masculino (familiares y amigos) me confesaba que les costaba encontrar un zapato 'básico' y atemporal que les sirviese para su día a día. Me repetían una y otra vez que les faltaba una marca que ofreciera un producto fácil y de calidad que se saliese del prototipo zapato de cordón, botín estilo 'chelsea' y zapatilla clásica.
En palabras textuales, les faltaba un híbrido de botín desenfadado que no fuera ni muy 'de arreglar' ni bamba tipo sneaker. Así que decidí llenar ese hueco con las Beaters, que como su nombre indica, sería un modelo suficientemente elegante, pero a la vez sport para que funcionase en múltiples ocasiones y diferentes estilos. El winner entre todos los pares de zapatos de sus armarios.